Padre
celestial,
Cuando
entro en un nuevo año y me pregunto qué nos espera, estoy agradecida por Tu
mano que me tranquiliza. Hablaste a este mundo, pintaste los árboles, le
diste vida a los pájaros gorjeando que me hablaban desde su posición de ramas
sin hojas. Las campanas de viento se unen en su canción y el peso de la
ansiedad escapa a su dominio. Tú siempre estás delante de mí. Siempre
estás cerca.
Donde una vez hubo el miedo a lo que se avecina,
el temor de algo malo a la vuelta de la esquina, veo cómo iluminas mi camino. No
sé qué túneles oscuros atravesaré en el nuevo año, pero sé que mi esperanza
está en ti.
Escucharé tu voz y seguiré hacia donde te
diriges. No volveré a los caminos temerosos que me mantienen atrapada. Voy
a seguir adelante cuando sea necesario, incluso cuando tenga miedo.
Es posible que vea señales que advierten mi
camino hacia el futuro, tentándome a retirarme. Pero sé que el riesgo de
enfrentar el miedo no es mayor que la liberación de su control sobre mí. Y
elijo la liberación.
Elijo la libertad.
Cuando dé el siguiente paso, descubriré que
el estrecho puente no es tan estrecho como pensaba. Llegaré al otro lado
más fuerte porque caminas a mi lado y delante de mí.
No
hay descubrimiento sin un viaje. No hay victoria sin lucha.
Me enseñas los gorriones en el árbol. Es tu
forma de hacerme saber cuánto me amas.
Mis temores corren a mi lado
y, a veces, sus pensamientos ansiosos pasan por mi mente. Pero siempre
están callados por tu amor que se preocupa por mí. Tú, que te elevas por
encima de toda inseguridad y miedo.
Me permites elevarme por
encima. Y lo hago.
Espíritu
Santo, habla tu sabiduría en mi vida para que
sepa cuándo avanzar y cuándo hacer una pausa. Ayúdame
a descansar en Tu amor y confiar en Tu guía, no importa por qué túneles
atraviese o por qué estrechos puentes me prevean el camino.
Tú, que nombras a todas y cada una de las estrellas, me hiciste quien soy. Ves en lo profundo de mi alma y conoces todo mi
pecado.
Aún así me amas. Me perdonas.
Tu
amor me libera. Libre para volar como los pájaros y cantar canciones de
alegría por la mañana.
En
ti, estoy a salvo y segura. Por siempre amada. Siempre guiada.
Y
nunca sola.
Te
retendré a ti todos los días de este nuevo año.
Tú
eres mi fuerza y mi canción.
Tú
eres mi salvador. Y te amo Señor.
Amén.
ღ.ೋღPatriciaღ.ೋღ