"No dejando de reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos ..." - (Hebreos 10:25)
No sientes deseos de ir a la iglesia y nada parece poder motivarte a tomar tal actitud. Gracias a Dios, querida Amiga que no necesitas ser mantenida como prisionera o cautiva de los sentimientos de tu alma. Cuando la vida de tu alma se expresa a sí misma de una manera carnal, tu espíritu y cuerpo quedan bajo su sujeción y son contristados.
Cuando no sientes deseo de ir a reunirte con los demás creyentes es precisamente cuando debes tomar una actitud resuelta de ir.
Entonces, en una atmósfera de adoración, fe y poder, que los otros cristianos expresan, tu espíritu puede ser reavivado y tu alma en actitud carnal vuelta a tu propia sujeción al Espíritu Santo.
Es por eso que la Escritura nos amonesta para que nos exhortemos los unos a los otros a la comunión. El Cuerpo de Cristo junto puede fortalecer a aquellos miembros débiles y volverlos a una posición de fortaleza espiritual.
"No dejando de reunirnos" no significa querer arrastrar por la fuerza a cualquier miembro que se halla decaído espiritualmente. No, mas bien quiere decir tener una atención para con una amiga que ha ido demasiado lejos de la compañía de la iglesia y que le cuesta enormemente responder a la vida en forma emocional.
El ir a visitarle llevándole algo bueno preparado en la cocina por nosotras mismas, puede ser una excelente idea. Ella será cautivada por nuestro amor que reflejará el amor del Salvador. Quizá parezca increíble, pero el llevarle algo puede ser el único método de traerla de vuelta a la vida espiritual con Dios.
Y esto es también lo que significa, "no dejando de reunirnos".
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