martes, 31 de diciembre de 2019

Exhortando con amor

Cuando tu espíritu está decaído, y no tienes deseo de reunirte con otros cristianos. De pronto te encuentras cansada, enojada con algunos de los líderes, y parece que nada marcha bien.

"No dejando de reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos ..." - (Hebreos 10:25)

No sientes deseos de ir a la iglesia y nada parece poder motivarte a tomar tal actitud. Gracias a Dios, querida Amiga que no necesitas ser mantenida como prisionera o cautiva de los sentimientos de tu alma. Cuando la vida de tu alma se expresa a sí misma de una manera carnal, tu espíritu y cuerpo quedan bajo su sujeción y son contristados.
Cuando no sientes deseo de ir a reunirte con los demás creyentes es precisamente cuando debes tomar una actitud resuelta de ir. 
Entonces,  en una atmósfera de adoración, fe y poder, que los otros cristianos expresan, tu espíritu puede ser reavivado y tu alma en actitud carnal vuelta a tu propia sujeción al Espíritu Santo.

Es por eso que la Escritura nos amonesta para que nos exhortemos los unos a los otros a la comunión. El Cuerpo de Cristo junto puede fortalecer a aquellos miembros débiles y volverlos a una posición de fortaleza espiritual.
"No dejando de reunirnos" no significa querer arrastrar por la fuerza a cualquier miembro que se halla decaído espiritualmente. No, mas bien quiere decir tener una atención para con una amiga que ha ido demasiado lejos de la compañía de la iglesia y que le cuesta enormemente responder a la vida en forma emocional.

El ir a visitarle llevándole algo bueno preparado en la cocina por nosotras mismas, puede ser una excelente idea. Ella será cautivada por nuestro amor que reflejará el amor del Salvador. Quizá parezca increíble, pero el llevarle algo puede ser el único método de traerla de vuelta a la vida espiritual con Dios.
Y esto es también lo que significa, "no dejando de reunirnos".

.Patricia.


lunes, 30 de diciembre de 2019

Sin fluctuar

Dado que el Prometedor, Cristo Jesús, es fiel, tenemos la seguridad de mantenernos fieles. La fidelidad en la vida del creyente no está basada en su propia fortaleza, sino en su relación con Cristo.

" Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de vuestra esperanza, porque fiel es el que prometió" - (Hebreos 10:23)

¿Cuál es la profesión de fe que se nos exhorta a retener? Analicemos lo que ahora mismo tenemos en Cristo. Comencemos con el llamado de Dios a nuestras vidas aún antes de que le aceptáramos a él como parte de nuestra vida. Recordemos nuestro encuentro con la salvación y traigamos a la memoria los acontecimientos que siguieron. Hay ciertos textos de la Escritura que Dios nos ha dado en forma personal y directa. Los recordamos y retenemos en nuestra mente. Si has tenido experiencias personales, ellas también forman parte de nuestra fe.

No importa tanto lo pequeña o débil que pueda ser nuestra profesión de fe. 
Dios puede edificar sobre ella con la Palabra y la experiencia. 
La importancia de retener nuestra profesión es darnos cuenta de que estamos en posesión de riquezas en los cielos. Tenemos el testimonio de Quién es Cristo. Ahora Dios dice que nos mantengamos firme, "sin fluctuar".

¿Cómo se consigue este "sin fluctuar"? Nuestro texto dice: "Porque  fiel es el que prometió". El permitir a Cristo que nos mantenga firmes y sin fluctuar producirá fidelidad en nuestra profesión de fe. Permitamos cambiar y moldear vuestra vida de manera que él esté en control de todo nuestro ser.

Querida Amiga, esto traerá como consecuencia la fidelidad de nuestra profesión.

.Patricia.