"Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios..." 1° Cor 1:1
El Señor Jesús llamó a Pablo para ser apóstol.
Este no tuvo que ir corriendo a los demás discípulos, ni llamar a una reunión de iglesia local, o conseguir una carta pastoral de recomendación de parte de los saduceos, de donde había trabajado antes de convertirse en un apóstol.
¿Por qué? Porque el llamado había sido del mismo Señor Jesucristo, él fue el Iniciador de ese llamado. Él fue quién llamó a Pablo por primera vez.
¿Es el Señor el iniciador de tu vida cristiana? ¿Qué respuesta espera Él de parte de ti mujer cristiana?
Debes darte cuenta de que, como gestor, del llamado el Señor Jesús siempre está en control de los llamados que hayan en tu vida. Querida mujer, no tienes que comenzar un ministerio, una nueva tarea, o decidir el lugar donde estarás ayudando, aportando o trabajando por iniciativa propia.
Si las decisiones fueran por cuenta nuestra, significaría que nosotras seríamos las gestoras o iniciadoras, no dando el lugar a la autoridad de Cristo en nuestras vidas.
Una vez que reconocemos que Jesús es plenamente capaz de hacer todo por nosotras y que Su perfecta voluntad es llevarlo a cabo, llegaremos a tener una relación de descanso y confianza.
Nuestra respuesta a Cristo es simplemente descansar. Una mujer que descansa físicamente, por ejemplo, durmiendo, no está yendo de un lado a otro ni tampoco buscando que hacer y preocupándose por una infinidad de problemas y situaciones. Si descansamos estamos en una actitud total de relax y también de inconsciencia de las actividades o turbulencias a nuestro alrededor.
El descanso espiritual es muy, muy similar.
Dios nuestro Padre desea que descansemos perfectamente en Su Hijo Jesucristo.
Mujer, Cristo es quien pelea nuestras batallas espirituales, siempre que confíes en él para el vivir de cada día.
Este descansar trae consigo una plena confianza: la confianza de que Él puede y quiere cuidar de Ti. Él puede guiarte como sea y donde sea, y tú puedes descansar en Su decisión, Él siempre escogerá lo mejor de lo mejor para cada una de nosotras.
El descansar en el Señor significa confiar en Él con todo lo que tienes y eres.