Nuestra fe

Cuando Abraham miró a Dios, sabía a quién estaba mirando. Abraham conocía a Dios por uno de Sus nombres, ELOHIM.

"Pero sin fe es imposible agradar a Dios..."  - (Hebreos 11:6)

Este título se usa 25 veces en el libro de Génesis en conexión con la creación, y se toma como clave para revelar esta relación entre Dios como Elohim y Abraham.

El significado de ELOHIM es: Absoluto, completo en autoridad, poder y conocimiento en cada detalle; no hay nada en Él que debiera estar fuera de Él, ni nada fuera de Él que debiera estar en Él.

Dios siempre ha sido el Soberano Absoluto; nunca ha habido un tiempo cuando no estuviera en total y completo control de todo el universo; nadie tuvo ni tiene ni tendrá Su supremacía. El no recibe órdenes de nadie, no fue creado por nadie. El es la vida, es autoexistente; no no recuerda nada porque no ha olvidado nada; no tiene necesidad de aprender nada porque no hay nada que Él no sepa; no necesita saber la verdad porque Él es la Verdad; y es el único que en todas las cosas (inclusive en la historia de la humanidad), puede ver el fin desde el principio. El estableció Su trono en el cielo y Su soberanía gobierna en toda la tierra.

La más grande revelación de Sí mismo no es como Elohim, sino a través del Señor Jesucristo que es todo lo que Elohim significa en la forma humana. 

Y así como Abraham necesita fe para ver a Dios, nosotras, querida Amiga, debemos usar los mismos medios para venir a Él.

La fe puede ver a Dios, puede sentir Su presencia, puede andar en novedad de cuerpo, alma y espíritu.

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