¿Conoces la voz de Dios?

"¡Hoy Dios me habló!", me comentaba una amiga estos días en la escuela dónde trabajamos juntas. Pensé por unos instantes y entonces le pregunté cómo sabía que era la palabra del Señor. Ella hizo un momento de silencio y luego contestó: "En realidad no sé bien, pero siento como que es así."

"Aconteció en el undécimo año, en el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo..."   Ezequiel 26:1

Nos reímos juntas, un rato.... pero lo cierto es que hay muchas voces alrededor nuestro, y cada una de ellas reclama nuestra atención. Está nuestra propia voz con sus deseos y ambiciones personales, la voz de Satanás diciéndonos mentiras o medias verdades que desea meter en nuestras mentes. Muchas son las opiniones de nuestros amigos, familia, gente de la iglesia, líderes, etc.
Toneladas de literatura, películas y mensajes por radio traen a menudo confusión y conflicto a nuestras mentes.
Pero entonces, ¿cómo podemos saber cuál es la voz de Dios?
En el andar diario y consistente en el Espíritu traerá como consecuencia el discernimiento de las tantas voces que oímos. La base para conocer la voz de Dios es conocer Su Palabra.
Siempre que sea la voz de Dios la que hable, traerá gloria y honra a Cristo y con ella también vendrá la paz y la seguridad. La voz de Dios nunca nos empuja a una decisión odiosa entre dos o más alternativas. Ninguna dirección de Dios, ya sea por profecía o por algunos textos que parecieran sobresalir de la Biblia, será contradictoria a Su Palabra escrita completa. En esto tenemos que estar seguras y tranquilas.
Si Dios te está hablando, ten la precaución de no jactarte delante de los demás de haber oído la voz del Señor. Sino, guárdala en tu corazón o escríbela en un papel que puedas guardar en secreto. Vive una vida celosa y pura para el Señor y no te será difícil aprender a distinguir la voz de Dios. La paz es un ingrediente que siempre está ligado a Su Palabra escrita. No lo olvides, la voz de Dios siempre glorificará a Cristo.

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