jueves, 2 de julio de 2015

Una mujer de corazón puro

Las mujeres que poseen un corazón puro no tienen motivos escondidos en sus relaciones con el Señor. No desean un tratamiento especial, ni dones especiales, ni una interpretación privada de las escrituras. Son sencillas de espíritu.

"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios."  Mateo 5:8

Cuando el pecado nubla el área de tu vida, acude prontamente al Señor para confesarlo y obtener perdón. No permitas que nada se interponga entre tú y tu Señor. 

La mujeres que tiene corazón puro son sin mancha delante de Dios. Esto no significa que nunca podrá existir un resbalón hacia el andar en la carne, sino que da a entender que las mujeres de corazón puro desean con todas sus fuerzas mantener muy limpias sus vías de comunicación con el Señor.
Estas mujeres serán las que verán a Dios. Le verán en una perspectiva totalmente diferente. Ya le conocen de una manera distinta comparados a aquellos cuya visión es nublada por la rebelión del yo o los propios intereses.

Pero la gran promesa de Cristo trasciende sin duda el concepto figurado. 
A Dios no le puede ver literalmente ninguna mujer porque es un ser infinito, pero Abraham, Isaías, y otros, vieron a Dios en la persona de Cristo, y los discípulos lo vieron en carne humana (Lucas 17:8-11), y sabemos que a Él tenemos que verle en gloria ( 1° Juan 3:2), si nuestro corazón ha sido limpiado por sangre redentora.
A medida que vamos desarrollando nuestras relaciones con el Señor, querida Amiga,  permitamos el privilegio de limpiar y esclarecer nuestro corazón. 
Esta será la única manera en que podremos ver a Dios tal como Él es.










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