lunes, 29 de junio de 2015

Una mujer de espíritu manso y humilde

En el mundo agresivo que vivimos hoy día, lleno de confusión, presiones, violencia, muchos desprecian a las personas de espíritu manso y quieto.

"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad."  Mateo 5:5

Aun entre los cristianos, la admiración y el respeto van hacia aquellos que predican más fuerte y con más ademanes, hacia aquellos que cantan más alto, y hacia los que testifican con más entusiasmo. Me pregunto en qué forma mirará Dios todo este tipo de "show humano".

¿Cómo se desarrolla un espíritu manso dentro de una persona? Parte importante de él, se aprende por obediencia, así como Cristo lo hizo. Una mujer debe de permitir que Dios produzca en su interior el mismo espíritu manso de Cristo. 
La humildad es el colocar a otros antes que a nosotras mismas. 
Es poner sus deseos, bienestar y personalidad anterior a lo que nosotras mismas deseamos. Este es el verdadero amor, el cual produce humildad. 
Una mujer humilde y mansa piensa y ora antes de abrir su boca, para conocer las ideas de Dios antes que las propias. La paciencia es otra virtud evidente en la persona humilde.

Para equilibrar, no debemos confundir una persona de espíritu quieto y manso con una personalidad tranquila por naturaleza, ni tampoco asumir que una persona extrovertida no pueda tener un espíritu manso.

La bendición de Dios, querida Amiga, descansa sobre los espíritus mansos y humildes. Aquellas que lo poseen recibirán la herencia de parte de Dios.



1 comentario:

  1. Siempre tan clara y precisas tus reflexiones. Gracias por compartir. DTB.

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