jueves, 29 de octubre de 2015

Plena comunión

El Señor Jesucristo constituye nuestra delicia de vivir. Algunas mujeres están tan llenas de gozo que siempre desearíamos estar con ellas. Tienen el delicioso Espíritu de Cristo morando y abundando en ellas.

"Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con Su Hijo Jesucristo nuestro Señor."  (1° Cor. 1:9)

¿Qué significa el ser llamadas dentro de la comunión con el Señor Jesucristo? Esta comunión se da en tres áreas diferentes: comunión con Cristo, con otros en Él y con Él en otros.
Nuestra comunión con Cristo es una unión espiritual en el sentido más profundo, esencial y exclusivo.
Es estar en pleno e íntimo conocimiento con el Creador del Universo. Significa no volver a experimentar la soledad. Es tener el entendimiento abierto en cuanto al mundo y todos sus componentes. La comunión con Cristo trae una gratificación única, aún en la tribulación.

Nuestra comunión con los otros en Él es mucho más que pertenecer a un club selectivo o exclusivo. El lema es: "Glorificar al Señor", y su meta: "Esparcir su luz por todo el mundo." Los deberes son elevados: querida Amiga, tendremos que darlo todo, pero las recompensas son grandiosas. Los miembros de Su Cuerpo disfrutan de un compañerismo único en cualquier parte del mundo donde se encuentran. Son una sola cosa en un Espíritu.
Estos lazos son más estrechos que los mismos lazos sanguíneos.

¿Pero qué acerca de la comunión con Él en los demás?
Tu espíritu salta de gozo cuando te encuentras con otra mujer cristiana. Reconoces a la mujer cristiana , comprada y redimida con la misma preciosa sangre de Cristo. Disfrutas de Cristo en ella y su espíritu tiene comunión con Su Espíritu dentro de él.
Busca a Cristo en los demás: ¡Es una experiencia única!

.Patricia.





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